Páginas: 667
ISBN: 9780307455376
En la turbulenta Barcelona de los años 20, un joven escritor obsesionado con un amor imposible recibe la oferta de un misterioso editor para escribir un libro como no ha existido nunca, a cambio de una fortuna y, tal vez, mucho más.
Con un estilo deslumbrante e impecable, el autor de La Sombra del Viento nos transporta de nuevo a la Barcelona del Cementerio de los Libros Olvidados para ofrecernos una gran aventura de intriga, romance y tragedia, a través de un laberinto de traición y secretos donde el embrujo de los libros, la pasión y la amistad se conjugan en un relado magistral.
Sobre el autor
Carlos Ruiz Zafón es uno de los autores más leídos y reconocidos en todo el mundo. Inicia su carrera literaria en 1993 con El Príncipe de la Niebla, a la que siguen El Palacio de la Medianoche, Las Luces de Septiembre y Marina. En 2001 se publica su primera novela para adultos, La Sombra del Viento, que pronto se transforma en un fenómeno literario internacional. Sus obras han sido traducidas a más de cuarenta lenguas y han conquistado numerosos premios y millones de lectores en todo el mundo.
Recomendado por una amiga tan lectora como yo, Ruiz Zafón se convirtió en un grato descubrimiento. También, por sugerencia de ella, empecé con El juego del ángel, segundo libro publicado, pero primero en la cronología creada por el autor. Su Cementerio de los Libros Olvidados es un universo en sí mismo y, según yo, debería ser patrimonio de la humanidad.
Comentario personal
No hay palabra para describir la magnificencia de este libro. Adictivo, exquisito… Podría extenderme usando un montón de adjetivos y jamás capturar su esencia. Definitivamente, es una novela ciento por ciento recomendable para los amantes del realismo mágico y que, además, deseen sentirse fascinados por una ambientación tan deliciosa como la oscura Barcelona de los años veinte.
Nos narra su historia David Martín, un joven miserable con un pasado gris y un futuro negro por delante. David trabaja en La voz de la industria, un periódico sin mayor prestigio, donde don Basilio rige con mano de hierro cualquier texto a punto de salir en papel gracias a su asesino lápiz rojo. Allí, su único apoyo es Pedro Vidal, un hombre rico que malgasta su tiempo escribiendo para el diario y desaprovechando cada momento de su vida entre placeres mundanos.
Será Vidal quien le permita a David emprender vuelo en lo que éste considera su sueño: ser escritor. Ha pasado toda su juventud adorando los libros del señor Sempere, librero de Sempere e Hijos. Por ello, no desprecia la oportunidad brindada, escribiendo primero en el diario, y luego para unos editores de poca monta que se harán “ricos” con su trabajo. Aunque no todo es felicidad: su nombre no aparece en sus obras, sino un seudónimo que, con cada día que pasa, más aborrece. Sobre todo porque Cristina, la hija del chofer de Vidal y amor platónico de Martín, considera que se ha prostituido por una pocas monedas
Intentando demostrarle a ella y así mismo su valía y su honor, aceptará un trato con un misterioso editor francés, dispuesto a publicarle la obra magistral que sea capaz de crear, además de pagarle cien mil francos franceses y brindarle una vida como jamás imaginó.
A partir de entonces, misterios, traiciones y un sinfín de desventuras serán el pan de cada día de David, hasta que acabe el manuscrito y su trato quede disuelto.
Mi lectura fue trepidante. En apenas dos días devoré El juego del ángel hasta saber qué sería de la vida de David, y si lograría cumplir sus tan anhelados sueños de escritor. La novela tiene personajes memorables que alternan entre el bien y el mal, y que muchas veces cometen errores. Perfilados de forma fantástica, Ruiz Zafón consigue atraparnos en cada página, en cada palabra, en cada aliento. La narración encanta, atrapa e impide desprenderse del libro hasta que lo hemos acabado. Las descripciones bien fabricadas, las emociones transmitidas en pocas frases que ayudan a comprender el mundo interior de David, son un aderezo sin igual. El Cementerio de los Libros Olvidados pasa a ser una imagen mental tan fuerte que impregna todo el escrito con su magia y sus secretos.
Sobre los personajes, en tanto eran presentados con ambigüedades, eran variables mis apreciaciones sobre ellos. Durante casi todo el libro, debo admitir, David Martín fue un protagonista destacado, sin abandonar jamás sus creencias. Por ello, no tengo nada en su contra. Tampoco contra el señor Sempere, uno de los personajes más queridos junto a Isabella, la ayudante de Martín que en más de una ocasión me arrancó carcajadas y risitas. Son Vidal y Cristina quienes se ganaron mi mayor antipatía, y no porque Ruiz Zafón no los haya definido, sino todo lo contrario. Son personajes tan reales, tan humanos, que a veces sentía ganas de darles una colleja y sacarlos de su estupidez.
Llegando al final de la historia, quedé sin palabras. Sólo hay que leerlo… y asombrarse.
Nos narra su historia David Martín, un joven miserable con un pasado gris y un futuro negro por delante. David trabaja en La voz de la industria, un periódico sin mayor prestigio, donde don Basilio rige con mano de hierro cualquier texto a punto de salir en papel gracias a su asesino lápiz rojo. Allí, su único apoyo es Pedro Vidal, un hombre rico que malgasta su tiempo escribiendo para el diario y desaprovechando cada momento de su vida entre placeres mundanos.
Será Vidal quien le permita a David emprender vuelo en lo que éste considera su sueño: ser escritor. Ha pasado toda su juventud adorando los libros del señor Sempere, librero de Sempere e Hijos. Por ello, no desprecia la oportunidad brindada, escribiendo primero en el diario, y luego para unos editores de poca monta que se harán “ricos” con su trabajo. Aunque no todo es felicidad: su nombre no aparece en sus obras, sino un seudónimo que, con cada día que pasa, más aborrece. Sobre todo porque Cristina, la hija del chofer de Vidal y amor platónico de Martín, considera que se ha prostituido por una pocas monedas
Intentando demostrarle a ella y así mismo su valía y su honor, aceptará un trato con un misterioso editor francés, dispuesto a publicarle la obra magistral que sea capaz de crear, además de pagarle cien mil francos franceses y brindarle una vida como jamás imaginó.
A partir de entonces, misterios, traiciones y un sinfín de desventuras serán el pan de cada día de David, hasta que acabe el manuscrito y su trato quede disuelto.
Mi lectura fue trepidante. En apenas dos días devoré El juego del ángel hasta saber qué sería de la vida de David, y si lograría cumplir sus tan anhelados sueños de escritor. La novela tiene personajes memorables que alternan entre el bien y el mal, y que muchas veces cometen errores. Perfilados de forma fantástica, Ruiz Zafón consigue atraparnos en cada página, en cada palabra, en cada aliento. La narración encanta, atrapa e impide desprenderse del libro hasta que lo hemos acabado. Las descripciones bien fabricadas, las emociones transmitidas en pocas frases que ayudan a comprender el mundo interior de David, son un aderezo sin igual. El Cementerio de los Libros Olvidados pasa a ser una imagen mental tan fuerte que impregna todo el escrito con su magia y sus secretos.
Sobre los personajes, en tanto eran presentados con ambigüedades, eran variables mis apreciaciones sobre ellos. Durante casi todo el libro, debo admitir, David Martín fue un protagonista destacado, sin abandonar jamás sus creencias. Por ello, no tengo nada en su contra. Tampoco contra el señor Sempere, uno de los personajes más queridos junto a Isabella, la ayudante de Martín que en más de una ocasión me arrancó carcajadas y risitas. Son Vidal y Cristina quienes se ganaron mi mayor antipatía, y no porque Ruiz Zafón no los haya definido, sino todo lo contrario. Son personajes tan reales, tan humanos, que a veces sentía ganas de darles una colleja y sacarlos de su estupidez.
Llegando al final de la historia, quedé sin palabras. Sólo hay que leerlo… y asombrarse.
Conclusión
Un buen libro, como pocos. He llorado, he reído, he rabiado, he gritado, y he acabado cerrando sus páginas con un sentimiento sobrecogedor. Son contados los que consiguen sacarme tantas emociones y dejarme satisfecha. Por ello, se lleva una nota de película.
No obtiene el máximo debido a mis lecturas de la tía Agatha Christie. Parece que he entrenado mi lado detectivesco, y terminé descubriendo algunos misterios por mi cuenta.
Pero, en lo demás, no hay queja. Que aproveche.
No obtiene el máximo debido a mis lecturas de la tía Agatha Christie. Parece que he entrenado mi lado detectivesco, y terminé descubriendo algunos misterios por mi cuenta.
Pero, en lo demás, no hay queja. Que aproveche.
Felicidades nuevamente. Lo viví de manera similar.
ResponderEliminarÁnimos!
Paulina.
Gracias por insistir en que lo leyera. ¡Ahora mi nueva adicción es Ruiz Zafón! Me recuerda los buenos tiempos de García Márquez y Julio Cortázar. Qué libros...
EliminarCierto, cierto, que tiempos aquellos.
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