Serie: Libro único
Edición: RBA, 2004
Páginas: 285
ISBN: 9789870407140
Sinopsis:
La dama de las camelias es una de las novelas más populares de todos los tiempos. Adaptada al teatro y al cine innumerables veces, inspiró incluso una de las óperas más celebradas del XIX: La Traviata, de Giuseppe Verdi.La obra cuenta la imposible historia de amor entre Armand Duval, un apuesto joven de alta alcurnia, y Marguerite Gautier, una bella y angélical cortesana. Juntos tratan de desafiar las rígidas convenciones sociales de su tiempo, entre el esplendor y la hipocresía del París de 1840.(Portada y sinopsis corresponden a la edición de Debolsillo)
Comentario personal
Ufff, que me ha costado leer esta novela. Había visto por ahí unas reseñas que la pintaban muy bien, así que estaba esperanzada; pensé que iba a gustarme.
Craso error. No sólo no me ha gustado, sino que me ha desagradado hasta el punto de odiarla. ¿Se puede odiar un libro? ¡Ya lo creo! ¿Qué fue lo que no me gustó? Bueno, hay varios puntos, así que vayamos por partes.
Lo primero fue que llevaba un par de páginas, y el autor me soltó un discurso sobre por qué no debemos despreciar a las cortesanas. Todo muy ‘moralista’. Extremadamente moralista. Me aburrió durante varias párrafos, contándome sobre por qué él no las despreciaba, y por qué debían ser objeto de comprensión por parte del resto de la sociedad. Cuéntame más. Me pareció sumamente desubicado este discursillo. Creo que la historia de los protagonistas era suficiente para ilustrar la vida de una cortesana, encontré innecesario esa postura tan ‘instructiva’.
Pasemos a los personajes. Odiosos. Lisa y llanamente desagradables. Ya he comentado en reseñas anteriores que me gusta sentirme en sintonía con los personajes, empatizar en algún nivel con ellos, tratar de comprenderlos. Pues bien, Marguerite y Armand me resultaron protagonistas muy lejanos. No sé si definirlos como estereotipados, porque no lo son (de hecho, es algo bueno de ellos), pero sus actitudes por momentos eran incomprensibles. Marguerite es cruel e infantil; sólo hacia el final se redime y se presenta como un personaje más completo. Armand, por otro lado, es un niño jugando a ser hombre: indeciso, poco comprometido, egoísta. Es la versión masculina y de otra época de la típica protagonista juvenil que todos desdeñamos por sus pataletas e histerismos.
Nunca conseguí creer que ambos estuvieran enamorados —porque de eso va esta novela—; todo me pareció muy superficial. La novela es más bien el retrato de un encaprichamiento que de un amor desinteresado (que es lo que intenta mostrarnos el autor y no lo consigue).
Lo bueno es que la narración está muy medida. Se relata lo justo y preciso, haciendo la lectura fluida. Me ha gustado que se hallan utilizado cartas y diarios para obtener una visión más íntima de los personajes (aunque por lo comentado anteriormente, no es que los ayude mucho en mi afecto hacia ellos).
El desenlace es algo que sabemos desde el mismo principio, así que no nos sorprende. Me hubiera gustado que el autor usara un recurso distinto, pero a esas alturas, lo único que quería era terminar el libro.
Conclusión
Si no te molestan los protagonistas infantiles y un amorío que parece telenovela barata, te gustará ‘La dama de las camelias’. En caso contrario, mejor descártalo. Yo me arrepiento de no haberlo hecho.
Valoración: 2/10
Sobre el autor
Alexandre Dumas (1824-1895) fue, como su padre, un autor mundialmente reconocido. Escribió teatro y novela, y en su obra cabe destacar El caso Clemenceau, El hijo natural, El amigo de las mujeres y La dama de las camelias, novela que conserva intacta la capacidad de seducción que la hizo ingresar en el imaginario común.
No me llamaba la atención pero es que tras leer la reseña ahora me llama menos. Me suena mucho el título de la novela, ¿tiene película?
ResponderEliminarYo me leí ese libro el año pasado y la verdad es que me gusto mucho, eso sí, como dices Armand y Marguerite son muy infantiles, pero creo que eso es lo que me gusto de sus personajes.
ResponderEliminarSaludos c:
Mari: Hay un par de películas, pero ninguna reciente. Me parece que también hay telenovelas con ese título, puede ser por eso.
ResponderEliminarRuth: Yo no pude con ellos. Lo intenté, pero no. No resultó. Parece ser que es un libro de esos que te gusta o lo odias.
Hola Barbi!
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo en la descripción de Armand. Aunque a mí Marguerite sí me cayó bien.
El tipo no porque es una adolescente histérica y despechada. No lo soporté en ningún momento y de haber sido Marguerite lo hubiera hecho sufrir y lo humillaría todo el tiempo.
Es cierto que es un encaprichamiento bárbaro y que el romance es raro. Pero me gustó un poquito más que a vos.
Ya ni me acuerdo por qué, pero tengo que subir la reseña a mi blog.
Que andes bien.
Wow, a mi sí me gustó, aunque no me encantó. La relación de los protagonistas no me terminó de cerrar, a pesar de que sí lo encontré muy tierno. Pero eso es lo bueno de la vida, la diversidad de opiniones ;)
ResponderEliminarSaludos!
No me llama nada, es una pena que no te convenciera.
ResponderEliminarMe quedo por tu blog me ha encantado, es genial!
Nos seguimos?
Nos leemos!
Yo lo adoré, una de las novelas del realismo francés, una pena que no te gustara
ResponderEliminarEs primera vez que veo una reseña negativa de esta novela. Umm, lo que me da a pensar muchas cosas, porque no he leído el libro porque no me llamaba la atención pero la gente está obsesionada con que todos lean libros "clásicos" y esto confirma mi teoría de que no todos los clásicos son maravillosos. En fin, creo que voy a pasar del libro.
ResponderEliminarGracias por la reseña!
Es que lo de los clásicos es muy subjetivo, porque trata temas que tal vez no son lo bastante 'actuales' para atraer a los lectores, y además, tienen un estilo distinto al de las novelas de nuestro siglo, así que a veces la lectura se hace cuesta arriba.
EliminarMi gran problema con este libro en particular es que se supone que es una gran historia de amor, y nunca conseguí creer tal cosa. Esa falla consiguió que el libro en su conjunto no fuera para mí.