Libro único
Alfaguara • 2014
200p
ISBN 9789563478112
Tras la muerte de su marido y de su hija en un accidente, Diane lleva un año encerrada en casa, incapaz de retomar las riendas de su vida. Su único anclaje con el mundo real es Félix, su amigo y socio en el café literario La gente feliz lee y toma café, en el que Diane no ha vuelto a poner los pies.
Decidida a darse una nueva oportunidad lejos de sus recuerdos, se instala en un pequeño pueblo de Irlanda, en una casa frente al mar. Los habitantes de Mulranny son alegres y amables, salvo Edward, su huraño y salvaje vecino, que la sacará de su indolencia despertando la ira, el odio y, muy a su pesar, la atracción. Pero ¿cómo enfrentarse a los nuevos sentimientos? Y luego, ¿qué hacer con ellos?
Comentario personal
Del planteamiento de esta novela se desprenden varios componentes. Como indica la sinopsis, tenemos a una viuda, Diane, que no ha podido superar su pérdida. Un cambio de aire reaviva su fuego interior a la vez que discute con un vecino un tanto cavernícola. En medio de peleas y amenazas, surge la esperanza de renacer, de tal vez recuperar una parte de sí misma.Uno pudiera pensar que con todo esto tendremos un libro inspirador, de aquellos que tocan nuestro corazón y recordamos después de mucho tiempo. Lamentablemente, ‘La gente feliz lee y toma café’ no alcanza a profundizar demasiado ―considerando sus cortas 200 páginas con abundante diálogo― y queda debiendo más emoción, más interiorismo.
Y un año después me seguía repitiendo todos los días que hubiera preferido morir a su lado. Pero mi corazón latía con obstinación. Me mantenía con vida. Para mi gran desgracia.
A pesar de ello, la trama es interesante, sobre todo lo relacionado con la protagonista. La vemos dentro de un círculo de autodestrucción, de recriminaciones, de dolor, y poco a poco asoma su verdadero yo, aquél que debe decir qué hará con su vida.
Sin embargo, la contraparte masculina no está bien trabajada. Edward, un huraño irlandés, sufre cambios demasiado radicales de humor y tiene actitudes muy reprochables. Francamente, no es un personaje adecuado para este tipo de historia. Es demasiado borde, y su idea de sensibilidad es una piedra.
La mano de Félix estrechó fuertemente la mía y con la otra arrancó las flores de las manos de mi madre.
—No lo hagas por tus padres, hazlo por ti, por Colin y por Clara.
Lancé las flores a la fosa.
—No lo hagas por tus padres, hazlo por ti, por Colin y por Clara.
Lancé las flores a la fosa.
El ritmo desarticulado tampoco ayuda mucho. Hay saltos narrativos que confunden o le quitan peso a los acontecimientos. Y si a eso le sumamos el final (que de final no tiene nada), da la sensación de que la autora no consiguió escribir una novela redonda. Lamentablemente, aunque me duela, debo decir que esta novela se publicó primero como una autoedición… y parece que no avanzó mucho desde entonces.
Y si bien el párrafo anterior pudiera ser contradictorio ―pues en un primer momento estuve a punto de maldecir a la autora―, después de meditarlo me di cuenta que el final era el correcto; uno atípico que recalca la valía de la protagonista.
Como último punto, la locación. Siempre es un placer leer sobre Irlanda. No cuesta imaginar que el clima y el lugar acompañan a la protagonista en su viaje para aprender a sobrellevar el sufrimiento.
Conclusión
‘La gente feliz lee y toma café’ es una historia con buenos ingredientes que no se cocinó correctamente. Lo más destacable es su protagonista y cómo se enfrenta a la muerte de sus seres queridos. Femmes Magazine tiene razón al decir en la contraportada que es un libro que se lee de una sentada, pero se equivoca en que deja una huella en nuestro corazón.Sobre el autor
Agnès Martin-Lugand (1979) es psicóloga clínica y durante más de seis años trabajó en el campo de la protección de la infancia en Rouen (Francia). Después de enfrentarse a numerosas negativas por parte de las editoriales decidió autoeditar en Amazon La gente feliz lee y toma café en diciembre de 2012. Rápidamente su novela alcanzó los primeros puestos y fue el primer caso de autoedición contratado por una editorial tradicional en Francia. Los derechos han sido vendidos a dieciocho países y próximamente será adaptada al cine en una coproducción internacional.
Gracias a Penguin Random House por el ejemplar para esta reseña.
A mi me llamaba mucho la atención este libro a pesar de las malas crititcas pero cada vez me dan menos ganas de leerlo, no me dan ganas de perder el tiempo con una lectura que no deja mucho aunque sea corta.
ResponderEliminarSaludos :)
O sea, hay cosas que valen la pena (por algo se llevó 3 estrellas xD), pero ese detalle del personaje principal masculino fue, con creces, el gran error de la novela.
EliminarPues que quieres que te diga... lo leí de una tirada y me dejó fría y enfadada. De hecho, hice mi reseña con rabia y eso se nota, porque odié el libro con toda mi alma. Es infantil (y eso que está escrito para adultos), incoherente y melodramático sin llegar a emocionar. No me decía nada. Aparte de que para mi está bastante mal escrito.
ResponderEliminarEso sí, la localización tengo que reconocer que también me gustó, siempre es de agradecer leer sobre Irlanda. Pero no sé, el libro en sí no me dijo nada y me jodió que mi madre se gastara el dinero que cuesta en comprarlo.
¡Un beso!
Sí, es verdad, cae en el infantilismo en varias ocasiones. Quizá en el caso de la protagonista se pudiera comprender debido a que todavía está afrontando una situación compleja, pero lo de Edward no tiene ni pies ni cabeza.
EliminarBueno la verdad no me llama!
ResponderEliminarEl título me llamaba la atención, pero después de leer la sinopsis y tu reseña se pe pasaron los deseos de leerlo.
ResponderEliminarNos leemos
El libro no me llama nada, lo dejo pasar :)
ResponderEliminarHola Barbi!
ResponderEliminarMe causa gracia el título y me intriga el sufrimiento y crecimiento de la prota, pero no creo que lo lea.
Que andes bien.