Ruina y ascenso ~ Leigh Bardugo

Ruin and Rising ∙ Leigh Bardugo
The Grisha #3 (de 3)
Hidra ∙ 2015
505 páginas
ISBN 9788415709374
Sombra y Hueso ∙ Asedio y Tormenta ∙ Ruina y Ascenso

La capital ha caído.
El Oscuro gobierna Ravka desde su trono de sombras.
Ahora el destino de la nación está en manos de una Invocadora del Sol sin poderes, un rastreador caído en desgracia y los últimos vestigios de lo que alguna vez fue un gran ejército de magos.
En las profundidades de una antigua red de túneles y cuevas, una debilitada Alina debe someterse a la dudosa protección del Apparat y de aquellos que la veneran como a una Santa. Pero tiene otros planes, como lanzarse a la caza del elusivo pájaro de fuego y comprobar si la supervivencia de cierto príncipe forajido es algo más que una esperanza.
Alina deberá forjar nuevas alianzas y dejar de lado antiguas rivalidades para, junto con Mal, encontrar el último amplificador de Morozova. Pero tan pronto como empieza a desvelar los secretos del Oscuro, sale a la luz un pasado que alterará para siempre su visión del lazo que los une y el poder que ella detenta. El pájaro de fuego es lo único que se interpone entre Ravka y la destrucción, y Alina podría pagar un alto precio por conseguirlo: el mismísimo futuro por el que está luchando.

Comentario personal

Yo quería sangre.

Sip, así comenzaré esta reseña. Considerando cómo acaba Asedio y Tormenta, yo estaba preparada para un final que me volara la cabeza. Lamentablemente, las expectativas me jugaron en contra, y aunque ciertas cosas me encantaron —como unas sorpresotas inesperadas—, otras no acabaron de cerrar para mí.

Ruina y ascenso empieza con una Alina debilitada y sin poderes, oculta en la Catedral Blanca, y restringida por los tejemanejes del Apparat, un fanático que sólo quiere salvar el pellejo ahora que el Oscuro gobierna Ravka. Sin embargo, no tardamos en emprender la búsqueda del pájaro de fuego junto a nuestra protagonista, el último amplificador de Morozova y la pieza necesaria para que pueda enfrentar al Oscuro en igualdad de condiciones.

Mi problema, como ya dije, fueron las expectativas. Es decir, yo esperaba algo apoteósico juegos artificiales incluidos. Pero no lo sentí así. No estaba ansiosa por saber qué ocurriría. Leía y leía, y no llegaba a ese punto en el que me debía morder las uñas y chillar y llorar. Esas emociones son obligatorias en un final de trilogía y Ruina y ascenso no me llegó al corazón. Tal vez tenga que ver con que el enfrentamiento que hubo en Asedio y tormenta fue más potente y acaba de tal manera que tiene mayor carga dramática comparado con el de este último libro.

Lo que evitó que fuera un desastre de proporciones para mí fue el desarrollo de los personajes. Alina se supera y demuestra todas sus capacidades, a la vez que deja atrás sus debilidades y se enfoca en la victoria.

Mal deja de ser un bueno para nada pone punto final a sus titubeos sin sentido en lo que respecta a los poderes de Alina y su papel. Esto fue algo muy gratificante de leer, sobre todo por ciertas revelaciones que nos suelta la autora a lo largo del libro. Sin duda, el personaje que más gana en Ruina y ascenso es Mal, y lo aplaudo.

Nikolai también tiene sus momentos y aporta la cuota de humor en una historia bastante oscura, y nos encariñamos más con los secundarios, como Genya, Tamar, Tolya, e incluso Zoya.

Lo triste es que el Oscuro no aparece lo suficiente, aunque cuando decide intervenir siempre hace de las suyas. Además, al fin conocemos su backstory, lo que une varios hilos argumentales y le da profundidad a un villano que nunca se termina de perfilar como tal y que destaca sobre otros por esa misma ambigüedad.

Ahora bien, además de los pocos feels que me dejó el libro, también me desilusionó el final en sí. Siendo sincera, pudo haber sido mucho mejor. Que no, que eso no basta, sobre todo por cómo la autora se saca un as bajo la manga para solucionarlo. Sin ese as, hubiéramos llegado a un desenlace más fiel al tono de la novela y de la trilogía, y no a uno ya visto en otras sagas y que cae en lo predecible y monótono. Tal vez eso sea lo que más me decepcione: confiaba en que la autora me sorprendería con algo distinto, pero no fue así.

Conclusión

Ruina y ascenso me deja con una sensación agridulce. Por un lado, se cierra una trilogía con una mitología propia alucinante y personajes bien desarrollados. Por otro, el mismísimo fin es más bien tibio, y por momentos desconcierta.


PD: Todavía vacilo entre 3 y 3.5 estrellas, pero quedará en 3.5 en honor a la trilogía completa.

Sobre la autora

Leigh Bardugo nació en Jerusalem, creció en Los Ángeles y se graduó en la Universidad de Yale. Siente una especial debilidad por el glamour, los gules y los disfraces, a la que da rienda suelta en su otra vida como maquilladora en Hollywood, además, de vez en cuando, se la puede oír cantando con su banda, Captain Automatic.

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