Como he comentado en otros post, a principios de año recibí mi título de arquitecta y allá por abril me incorporé al mundo laboral. Esto supuso un cambio rotundo en mis hábitos de lectura; primero, porque mi tiempo libre se redujo drásticamente, y segundo, debido al cansancio mi capacidad de concentración se deterioró hasta el punto en que casi debo leer en voz alta. Así que vamos, el Goodreads Reading Challenge fue un fracaso de proporciones épicas.
Si revisamos My Year in Books, esa simpática aplicación de Goodreads que hace un resumen por nosotros, es fácil distinguir donde estuvo lo mejorcito (desde mi punto de vista, obvio), aunque igual traje mi propia gráfica para aderezar este ejercicio.
La batalla entre mi amada Marissa Meyer y la diosa Robin Hobb fue sanguinaria. Este 2016 leí Cress, Fairest y Winter —de la saga Crónicas Lunares— y todas fueron lecturas suculentas, entretenidas y me brindaron muchos feels. Marissa Meyer es una autora a la que no le perderé el rastro. Por otro lado, descubrí a la diosa con su trilogía Las Leyes del Mar, con la que me obsesioné. Hobb es impresionante, subyuga al lector y lo sumerge en mundos muy bien construidos. No soy capaz de elegir entre ambas, sorry.
Destaco también mis relecturas de Jane Austen gracias al Club de Lectura Dear Jane, en el que he fangirleado de lo lindo con Angie, Kathe y Priscila. El club ha sido tan exitoso que ya tenemos planes para continuarlo después de leer la obra de Austen. Así que tenemos para rato
Con respecto a aquellas lecturas decepcionantes, si miro a la rápida, puedo decir que el premio se lo lleva Vida y muerte, el fanfic gender bender de Stephenie Meyer, aunque le sigue muy de cerca El medallón del sol negro de Alberto Rojas. Del primero nada que decir. Del segundo, en cambio, siento mucho que no haya sido de mi agrado. Comenté en la reseña que agradecía las reminiscencias a Emilio Salgari (autor que disfruté en mi adolescencia), sin embargo, más allá de eso, El medallón del sol negro no me dejó huella. Lamentablemente, en mi mente seguía viva la trilogía de Las Leyes del Mar de la diosa; por ende no había punto de comparación. Fue inevitable que la novela de Rojas cayera en desgracia.
Los retos… Uf, ni hablar. Todos incompletos. Aplausos para mí, por favor. ¡Incluso el propio! (Quiero esconderme bajo una roca). El que más siento haber fallado, y al mismo tiempo no, es el de No acumules, lee, donde pude eliminar algunos pendientes de mi TBR durante los meses de enero y febrero, cuando estuve descansando, aunque por culpa de FILSA y los cyberdays se añadieron el doble, jeje. Conociéndome, diré los primeros días de enero que no participaré en retos, pero ya en febrero podrán ver una serie de entradas alusivas. Siempre caigo en la tentación.
¿Qué espero del 2017?
Leer. Sin más. Sin presiones, sólo por gusto. Y tratar de organizarme lo suficiente para poder dedicarle tiempo al blog y a otros hobbies.De lo demás, que sea lo que depare la vida. Planificar, a estas alturas, ya no tiene sentido. Aprendí mi lección xD
Gracias por acompañarme este año. Valoro mucho que estén aquí, de verdad. Espero que su 2017 sea exitoso y sigamos compartiendo el amor por los libros. Un abrazo gigante.