Páginas: 487
ISBN: 9788427201873
Pierce conoce el más allá. Ha estado allí antes.
Por mucho que intente recuperar su vida de antes del accidente, alguien la retiene. Cuando cambia de ciudad y empieza a ir a un nuevo colegio, siente que por fin podrá dar un giro a su vida y quizá deje de sentir miedo.
Pero de nuevo resulta imposible. Él la encuentra y la necesita de vuelta. Pierce sabe que él no es precisamente su ángel de la guarda y que no ha venido directamente del paraíso, sino de un lugar mucho más sombrío. Escapar es imposible, sobre todo porque él aparece cuando ella menos lo espera... y también cuando más lo necesita. El más mínimo titubeo la puede conducir irremediablemente hacia donde más teme: el inframundo.
Sobre la autora
Meg Cabot (1816-1855) es autora de numerosas series y novelas tanto para adultos como para adolescentes. Con El diario de la princesa, publicado en más de treinta y ocho países y adaptado a la gran pantalla por Disney, superó los dieciséis millones de ejemplares vendidos. Desde entonces, Meg ha escrito otras novelas juveniles que han cosechado un gran éxito. además, de vez en cuando firma con pseudónimo novelas históricas románticas. Con Abandonada ha iniciado una nueva trilogía, cuya segunda parte se titulará Inframundo.
Meg vive actualmente en Key West con su marido y sus dos gatos.
Meg vive actualmente en Key West con su marido y sus dos gatos.
Cuando leí los dos primeros capítulos de esta novela ―en el blog de Juvenil Romántica, si la memoria no me falla―, me parecieron un excelente punto de partida. Me convencí de darle una oportunidad en cuanto pudiera. Pero tanta expectativa puede resultar vana. A veces, lo único que conseguimos es una decepción brutal.
Comentario personal
Pierce Oliviera estuvo muerta una vez. Fue a parar al Inframundo, y tuvo que lanzarle una taza de té caliente al Guardián de los muertos para poder escapar y regresar a la vida. Desde entonces, todo ha ido de mal en peor, incluso después de haberse mudado a Isla Huesos. Sobre todo porque él aparece de la nada en los momentos más "inoportunos".
Ésta es una premisa bastante acertada del libro. El asunto es que yo esperaba un poquito más de acción ―digámoslo así― y no tanto flashback mal organizado. Por supuesto, son necesarios para entender cómo Pierce conoció al Señor del Inframundo, y por qué tiene tantos problemas debido a ese encuentro. Sin embargo, siento que la autora no supo plantearlos de una buena forma. En algunos momentos acababa perdiéndome, y debía retroceder para comprender qué párrafos pertenecían a esa línea temporal y cuáles no.
La protagonista, se me ha antojado un tanto repetitiva. El discursillo de “quiero tener una vida normal” hastía, pues bastante tiempo ha tenido para ajustarse a las circunstancias (por más que me digan que es un problema neuronal, blablablá). Mucho idealismo, y cero actitud.
Nuestro Hades moderno, John Hayden, aparece tan poquito que no he alcanzado a calarle. Aunque sí lo encuentro un personaje más consecuente y arriesgado que Pierce, y por eso gana varios puntos. Su pasado misterioso y el por qué elige a Pierce sobre todas es lo que me ha enganchado. Espero que Cabot consiga darle su lugar en Inframundo, la continuación de la trilogía.
Los padres de Pierce son niños jugando a ser adultos. Quería tirarme de los pelos cada vez que el padre tenía una intervención. Tenemos a otros familiares, como el primo, Alex Cabrero, el tío Chris, y la abuela. De ellos, el tío Chris es el que más me ha gustado, pues tiene un pasado bastante turbio. Creo que podría dar mucho de sí en los siguientes libros.
En el nuevo instituto de Pierce tenemos a Kayla, y a una pandilla de Ases que poco y nada aportarán a la trama, porque, como ya dije, son los flashbacks los que predominan en esta primera parte. Espero con ansias que en las próximas entregas Cabot se ancle más al presente del argumento.
Algunos enigmas los descifré desde el principio, en otros, la autora supo sorprenderme. Bien por ella. Sin embargo, el ritmo es demasiado variable. Creo que faltó definir con mayor precisión esos puntos álgidos que hilan el argumento. El desenlace consiguió atraerme, lo malo es que se le dedican no más de 30 páginas, y luego, ¡plaf! Se acabó. Justo cuando empezaba a gustarme...
La ambientación está floja. Se echan de menos unas descripciones más trabajadas, sobre todo esas que acompañan al desconcierto y a la angustia de Pierce. Si se hubiera hecho un trabajo más completo, la protagonista tendría más peso y, sin necesidad de identificarnos con ella, la habríamos comprendido y apoyado.
Conclusión
Una lectura de un par de horas, sólo para pasar el rato sumergiéndose en un sinfín de flashbacks. Con personajes planos, pero aprovechables. Con ritmo soso, pero mejorable.
Puede superarse si Meg Cabot consigue pulir los puntos flojos. Sólo por eso ―la esperanza de ver los arreglos― le daré la oportunidad a la segunda parte. Ah, y porque la portada de Inframundo me parece preciosa.
Puede superarse si Meg Cabot consigue pulir los puntos flojos. Sólo por eso ―la esperanza de ver los arreglos― le daré la oportunidad a la segunda parte. Ah, y porque la portada de Inframundo me parece preciosa.