Lecturas del 2025

31.12.25

Este año fue uno provechoso. A pesar de que han ocurrido varias cosas desastrosas a nivel personal (me atrevo a decir que 2025 ha sido uno de los peores años de mi vida por culpa de los 2 últimos meses, entre dramas familiares y laborales, aunque nunca tan malo como el 2007), en el apartado lector fue un buen año, puesto que retomé el hábito de leer y pude reflotar tanto este blog como mi cuenta de Instagram, publicando en ambos, quizá no de manera constante, pero sí de forma bastante más regular.

Después de muchos años, pude también retomar el Reading Challenge de Goodreads y cumplirlo. ¡Yay! Aplausos para mí, por favor. Venía fracasando desde hace años, pero este 2025 logré ponerme la meta de leer de 2 a 3 libros mensuales (aunque sí admito que hubo meses flojos, como noviembre, donde leí poco). Comenté en esta entrada lo que significa el Reading Challenge para mí: cómo, con el paso del tiempo, ha ido cambiando mi perspectiva respecto a los retos de lectura. También cómo he aprendido a controlar la ansiedad y el sentimiento de fracaso cuando no logro cumplirlos, y cómo puedo utilizarlos para motivarme en vez de frustrarme. 

Ya a mediados de año hice este balance, y ahora me gustaría hacer un recuento general de las mejores y peores lecturas de este 2026, más que nada porque me ayuda a elegir mejor qué libros leer dependiendo de la época (sí, he logrado identificar que tengo peaks de lectura, y me gustaría aprovecharlos mejor).

Conseguí leer la no despreciable cantidad de 34 libros. Esto es bastante más que años anteriores, y 5 libros más que el 2024, lo que determina una suma razonable para los años que vienen. Me gustaría llegar a 1 libro a la semana, pero lo veo complejo. Por el momento, pretendo mantenerme en el umbral de los 30 títulos leídos.


Los mejores del 2025

Poesía completa de Alejandra Pizarnik fue una lectura que venía del 2024, y que degusté con lentitud. Hacía muchos años que no leía poesía, pero sabía que las letras de Pizarnik iban a gustarme. Me había encontrado de vez en cuando con algunos de sus poemas (en ocasiones incluso me han servido de inspiración para mis escritos), así que conocer toda su obra lírica fue un viaje tremendo y que seguramente repetiré en algún momento de mi vida.

El buzón de las impuras de Francisca Solar. Con este libro conocí a la autora, ¡y de qué manera! Francisca Solar hizo un cuidado trabajo de investigación para reconstruir un doloroso acontecimiento de la historia de Chile, dándonos también un vistazo a la difícil vida de las mujeres, en particular en el contexto religioso. Bien narrado y documentado, sólo me queda sacarme el sombrero ante esta conmovedora novela.

Un lugar feliz de Emily Henry fue una sorpresa. A la autora la conocí con Beach Read, libro que no me llegó demasiado; luego, me conquistó con Book Lovers. Sin embargo, con Un lugar feliz me pasó que empaticé de una manera que no esperaba. Recuerdo haber llorado en varias partes, porque si bien no he vivido las experiencias de los protagonistas en absoluto, sí Henry consigue que conectemos con ese sentimiento nostálgico de un lugar o momento al que no podemos volver, y que se encuentra clavado en nuestra memoria como una espina. Un libro que disfruté de principio a fin.

Jane Austen en la intimidad de Lucy Worsley. En este año austenita no podía faltar una biografía de Jane Austen, y esta de Lucy Worsley se convirtió en uno de mis libros favoritos del año. Worsley narra con la pasión de una fan, pero eso no significa que no realice un trabajo investigativo cabal para permitirnos conocer la vida de la autora, desde cosas tan básicas como las dinámicas familiares (que de una u otra manera Austen traspasó a sus novelas) o cómo fue el proceso de publicación de sus libros, lo cual hizo desde el anonimato. Para fanáticos de la autora.

Jane Austen. Las Cartas de Chawton, editado por Kathryn Sutherland, fue mi última lectura del año, pero no por ello menos importante. Un broche de oro para cerrar este año austenita, con una mirada directa a la autora, cuya personalidad brota de las frases de sus cartas. La dicotomía de su orgullo por ser una escritora publicada y su decisión de mantener el anonimato sólo dejan de manifiesto lo complejo que era en su época para una mujer subsistir de manera independiente y no ser mirada en menos. Ahora, doscientos cincuenta años después, disfrutamos de su prosa y valoramos que se arriesgara a plasmar en papel sus divertidas historias.

Los destacados del 2025

📌 Te veo en el lago de Carley Fortune fue el libro con el que descubrí a la autora. Una rom-com que amé porque, por primera vez, no está ambientada en Estados Unidos (jojojo), sino en los lagos de Canadá. Me encantó ese cambio de escenario, y lo sencilla y evocativa que es la prosa de la autora. Incluso sin ser un cinco estrellas, Carley Fortune se ha convertido en una novelista a la que le seguiré la pista.

📌 Amor y amistad de Jane Austen recopila los textos juveniles de la autora (aunque no todos, ojo). Ya a los dieciséis años era posible ver atisbos de esa Jane adulta que nos deleitaría con la divertida Emma o la graciosa Orgullo y Prejuicio. Estas breves historias tenían como fin entretener a su familia; seguramente fueron fuente de muchas carcajadas y resoplidos. Recomendado si eres fan de Austen.

📌 Mi relación con Schwab se había estriado un poco con La vida invisible de Addie LaRue que, probablemente, me pilló en un mal momento. Con Que entierren nuestros huesos en la medianoche conseguimos volver a ser amigas: me encantó la historia de estas mujeres, en particular la de María. Es una historia de vampiros que sale de la norma, pues no tiene acción ni un gran reparto de personajes, ni un argumento sólido. Simplemente se regodea en seguirle la pista a sus protagonistas, y tejer lo que será su encuentro.

📌 Slow dance. Bailar Lento de Rainbow Rowell fue un abrazo al corazón. La danza de Shiloh y Cary perdurará por bastante tiempo en mi memoria: Rainbow no te cuenta cosas demasiado complejas, sino que se enfoca en regalarte una historia real, cercana, auténtica. Narrada a dos tiempos, conseguimos comprender a ambos personajes y empatizar con sus decisiones, aunque nos desgarren el corazón.

📌 Tercera lectura de Persuasión de Jane Austen. En esta ocasión tenía la sospecha que se convertiría en mi libro favorito de la autora, pero no consiguió destronar a Orgullo y Prejuicio. Con el libro de Lucy Worsley presente, me fue posible entrever algunos vistazos de Jane en la voz de Anne Elliot: su pena por abandonar su casa, lo cansina que le resultaba la vida social. Una historia sobre segundas oportunidades en el amor con la carta más bella jamás escrita (de la que tenga conocimiento... hasta el momento).

Los peores del 2025

La pequeña librería de los corazones solitarios de Annie Darling fue un ejercicio que olía a novela chick-lit noventera. Tópicos que ya no se ven por complejos, desarrollo simplón, protagonista masculino antipático que de pronto cae redondo por la protagonista femenina. No, lo siento. No fue para mí.

Icebreaker. Romper el hielo de Hannah Grace tiene una portada engañosa. Crees que será una rom-com o algo por el estilo, pero no, es una novela erótica disfrazada de otra cosa. Necesitaba la portada de Nate mostrando los abdominales; ya con eso hubiese sido fácil identificar de qué iba. La detesté. Lo siento, pero el argumento no tenía ni patas ni cabeza, simplemente estaba allí para hilar las escenas de sexo entre los protagonistas. Se pudo haber aprovechado el rollo del patinaje artístico, pero aunque la autora lo intentó, resultó insuficiente. Abandonaré la serie, con este me basta.

Nuestros destinos infinitos de Laura Steven fue una decepción amarga. Tenía grandes esperanzas, pero no consiguió convencerme. Fue más que nada culpa de las promesas incumplidas del marketing, la sinopsis, etc. Se establecen ciertas bases que no se cumplen, y al final me encontré con una novela que no aprovechaba su potencial. La idea era buena; la ejecución, no tanto. La prosa de la autora estuvo bien, pero no consiguió salvar la historia.


Libros leídos (1er y 2do semestre)


¿Qué espero del 2026?

Lo primero es mantener el ritmo lector de estos dos últimos años. Me daría por satisfecha si termino el próximo año con 30 libros en el cuerpo, pero nunca se sabe.

El 2026 será un año importante: daré inicio a un ambicioso proyecto que anunciaré próximamente por acá (en Instagram tendrán la primicia). Es una iniciativa que me llevará varios años completar, pero a la que le dedicaré tiempo encantada.

También me gustaría leer más clásicos (debo terminar Los Miserables) y tal vez leer algo de realismo mágico (ya sea del boom latinoamericano, o retomar a Ruiz Zafón). Deseo leer más fantasía: por alguna razón la he ido dejando de lado este último tiempo, me imagino que tiene que ver con que es más densa que las rom-com que me suelen entretener, así que la meta sería mejorar mi concentración y mi ritmo lector para poder enfrentarme de mejor manera a la fantasía más dura. Espero continuar y terminar con la Trilogía del Asesino de Robin Hobb, y quizá retomar la tetralogía de Wax & Wayne de Sanderson.

Respecto a las redes sociales, espero poder mejorar el ritmo de publicación tanto en el blog como en instagram. Sería ideal publicar las reseñas con mayor prontitud, ya que muchas veces dejo pasar semanas entre que termine un libro y publique la reseña; desearía disminuir ese intervalo. En Goodreads me gustaría dejar comentario absolutamente de todas las lecturas, algo que todavía no consigo al cien por ciento.

En fin, muchos propósitos, pero se vive de esperanzas y sueños, ¿no? 👀

Muchas gracias por acompañarme este año. ¡Nos vemos el próximo!

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