Serie: Delirium #3 (de 3)
Edición: SM,
Páginas: 397
ISBN: 9788467551945
Precedido por: Pandemonium
Sinopsis: (Contiene spoilers de Pandemonium)
La rebelión que tomó forma en Pandemonium se ha transformado en una revolución sin cuartel en Requiem. Y en el centro de esa lucha está Lena, nuestra protagonista. Después de rescatar a Julian de una sentencia de muerte, Lena y sus amigos huyen a la Tierra Salvaje. Pero ya no hay refugio seguro. Los focos de rebelión se han extendido por todo el país y el gobierno, que ya no puede negar la existencia de los inválidos, actúa con contundencia. Agentes del gobierno se infiltran en las zonas fronterizas, dando caza a los insurrectos. Y mientras Lena se interna en situaciones y terrenos cada vez más peligrosos, Hana, su mejor amiga, lleva una cómoda y placentera vida en Portland, siendo la novia de un joven alcalde.
Requiem está narrada siguiendo los puntos de vista de Lena y Hana. Su vida, que ha discurrido separada tras los últimos acontecimientos narrados a lo largo de los dos primeros títulos de la saga (Delirium y Pandemonium) por fin converge en un final explosivo.
Comentario personal
Puede contener spoilers de las entregas anteriores
Necesito urgente viajar a EE.UU. para que Lauren Oliver me aclare un montón de dudas. Y preguntarle, ¿acaso no había otra manera de terminar esta trilogía?
Con el final infartante de ‘Pandemonium’ tuve que correr y comprar ‘Requiem’ (no lo tenían en la biblioteca así que estrujé mi bolsillo). Lo leí en un día. Y fue para peor. Sufrí un infarto cuando me di cuenta de que el libro acababa en la página 397 y no había más. Ni más páginas, ni epílogo, ni aclaraciones… nada que me explicara por qué. Lauren Oliver había sido tan cruel como para enamorarme de la historia y después abandonarme como si nada.
Lena
No podían saber que esto era una mentira, que nunca elegimos de verdad, no del todo. Siempre nos presionan y nos aprietan para que vayamos por un camino o por otro. No nos queda más remedio que dar un paso adelante y luego dar otro paso más y luego otro, y de repente nos encontramos en un camino que no hemos elegido en absoluto.
No podían saber que esto era una mentira, que nunca elegimos de verdad, no del todo. Siempre nos presionan y nos aprietan para que vayamos por un camino o por otro. No nos queda más remedio que dar un paso adelante y luego dar otro paso más y luego otro, y de repente nos encontramos en un camino que no hemos elegido en absoluto.
Pero bueno, vayamos por partes. Lo primero: ‘Requiem’ está narrado desde dos puntos de vista. Lena, que siente todo, que vive a rastras, y Hana, su mejor amiga, ya curada, que vive una vida de lujos preparando su boda con el hijo del alcalde de Portland. No niego que me gustó más la parte de Lena, porque es la que contiene toda la acción, sin embargo, la visión de Hana no se queda atrás, enseñándonos lo que ocurre dentro de la ciudad pero con sus emociones apagadas. Era uno de los personajes del pasado de Lena que debía regresar.
Si bien Hana sufre un cambio abrupto de cómo la conocíamos en ‘Delirium’, Lena sufre un retroceso, algo que odié. Le he perdido la pista a esa chica fuerte y madura de ‘Pandemonium’. Acá Lena es insegura, torpe y egoísta, peca de indecisa y temerosa. Su actitud no me gustó. Sobre todo, en relación a Alex y a Julian.
Porque uno de los grandes peros del libro es ese intento de triángulo amoroso, que está para tirarse de las mechas. ‘Delirium’ nos presentó a Alex y ‘Pandemonium’ a Julian. No sé qué fin tiene ‘Requiem’, porque la autora, a pesar de vendernos la deliria nervosa de amor durante los libros anteriores, acá lo olvida casi por completo. Es un libro que dice que defendamos la libertad para amar… pero no hay amor, sólo la lucha por la libertad, el enfrentamiento entre inválidos y curados, y las posturas de cada uno. Atrás queda todo lo dicho en ‘Delirium’. Adiós hilo argumental principal. Alex y Julian son simples anécdotas, y me molestó mucho que quedaran relegados a un papel tan de relleno: Julian con suerte tendrá un par de líneas, y a Alex lo vemos durante la mitad de libro solamente. ¿Qué sentido tiene su regreso?
En esa línea, Lena se pasa todo el libro pensando en Alex, pero no es capaz de clarificar sus sentimientos. Adiós luchadora, hola chica hormonal again. No puedo negar que soy Team Alex, pero debo ser sincera y decir con todas sus letras que no agradó su actitud en este libro. Menos teniendo en mente su historia corta, gracias a la que había imaginado un reencuentro (y un libro) completamente distintos. I don’t understand.
Sobre Julian, ya decía yo que el chico suponía un problema. Será un amor y todo, pero Oliver sabía en lo que se metía o tal vez no, cuando decidió introducirlo en la historia. Acá se convierte en el blanco de todo tipo de emociones funestas, tanto de los inválidos, como de Alex y Lena. Me da penita…
Y ahora empiezan mis preguntas. ¿Qué ocurrirá con los inválidos? ¿Con el resto de Ámerica? ¿Qué hay en Canadá? ¿Por qué L. Oliver no sacó del sombrero la frase “hay distintos tipos de amor” para solucionar el triángulo amoroso? Lo hubiera preferido… En fin, siento que el final es un salto al vacío, con un anticlímax épico (ya lo entenderán cuando lean el libro). O mejor llamémosle un no-final. Eso es.
Conclusión
‘Delirium’ fue un comienzo tibio, ‘Pandemonium’ aceleró, y ‘Requiem’ causó un accidente de tráfico de proporciones estratosféricas. Si no te molestan los finales abiertos y los triángulos románticos sin sentido, sube a bordo. De lo contrario, prepárate, quedarás tan frustrado como yo.
En fin. Una mierda como una casa.
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