Dorothy must die #1 (de 4)
Roca · 2016
480 páginas
ISBN 9788416700462
Dorothy debe morir · Los malvados se alzarán · Baldosas amarillas en guerra · El fin de Oz
Yo no me he buscado nada de esto. Nunca quise ser una especie de heroína.
Pero cuando toda tu vida es arrastrada por un tornado —y tú con ella— no tienes más remedio que dejarte llevar, ¿sabes?
Sí, claro, he leído los libros. He visto las películas. Conozco la canción sobre el arcoíris y los pajaritos que cantan. Pero nunca esperé que Oz fuera así. Un lugar donde no te puedes fiar de las Brujas Buenas, donde las Brujas Malvadas quizá sean las buenas de la película y donde los monos alados pueden ser ejecutados por sedición. Sí, sigue habiendo camino de baldosas amarillas, pero hasta eso se hace pedazos.
¿Qué es lo que ha pasado?
Dicen que Dorothy encontró el modo de volver a Oz. Dicen que se hizo con el poder y que el poder se le subió a la cabeza. Y ahora nadie está seguro.
Me llamo Amy Gumm... y soy la otra niña de Kansas.
He sido reclutada por la Revolucionaria Orden de los Malvados. Me han entrenado para luchar. Y tengo una misión.
Eliminar el corazón del hombre de hojalata,
Robar el cerebro del espantapájaros,
Arrebatar el valor al león.
Y luego... Dorothy debe morir.
Comentario personal
Me pueden los retelling. Me encantan, sobre todo cuando se vuelven algo oscuro y demencial. Y bueno, Dorothy debe morir cumple al ciento por ciento con mi exigencia de sangre, morbo y oscuridad.Amy Gumm es una chica de Kansas que convive en una casa rodante con una madre alcohólica y una rata, Star. Todo iba más o menos bien en su vida
Ya he leído otros retelling que tienen un aire a lo Tim Burton, pero Dorothy debe morir lleva este esquema a otro nivel. He echado de menos más descripción porque quería más maldad (ya saben a qué me refiero); no obstante, mirándolo de otra perspectiva, dejar ciertas cosas a la imaginación del lector es un plus porque obliga a nuestra cabecita a maquinar por su cuenta, reinventando un mundo que, en sus inicios, es todo inocencia, esperanza y sueños, para luego convertirse en un Oz de pesadilla. Un lugar gris, donde la naturaleza muerta y las ciudades desoladas predominan, donde es posible encontrar a las orillas del camino a criaturas castigadas por insolencia colgando de un poste, donde hay agujeros en la tierra porque la tirana de la historia ha extraído magia de ella.
Y sí, Dorothy, Glinda, el Espantapájaros, el Hombre de Hojalata, el León, el Mago, todos están allí… pero no son los mismos. Dorothy es una dictadora poderosa, Glinda ya no es la Bruja Buena del Norte, y los amigos de Dorothy sólo conservan el nombre. Amy no tarda en darse cuenta de que ha pasado algo terrible.
—En el lugar de donde vengo hablan de Oz. He oído hablar de él toda mi vida. Pero esto está hecho un asco. ¿Qué ha pasado aquí?
El rostro impasible de Índigo se transformó en una mueca socarrona.
—Lo que pasó fue Dorothy.
El rostro impasible de Índigo se transformó en una mueca socarrona.
—Lo que pasó fue Dorothy.
Es entonces que aparece en escena la Orden Revolucionaria de los Malvados. Aquí es cuando abucheo a la autora y digo ¿por qué no nos mostraron más escenas relacionadas con esta asociación de villanos? La Orden ha nacido con una máxima: asesinar a Dorothy para salvar a Oz. Y, al parecer, Amy es la persona idónea para cumplir este cometido.
Dorothy debe morir se tambalea entre una ambientación de 5 estrellas y unos personajes nuevos del tres al cuatro. Su protagonista es diferente a la dulce Dorothy del libro original, con rasgos más combativos y rebeldes, pero a ratos se siente plana y aburrida. Nox, el típico chico arrogante de ojos grises (¡sorpresa!) está demás; claramente fue puesto allí para cumplir el papel del interés amoroso en una trama que no necesita estos subterfugios para funcionar.
Otra historia son Dorothy y sus secuaces, junto al Mago, las brujas malvadas y Ozma. Estos personajes son los que nos motivan a seguir leyendo: uno pasa las páginas para saber qué nueva atrocidad cometerá el León, qué nuevo experimento realizará el Espantapájaros, qué nuevo trabalenguas nos dirá el Mago. Ha sido escalofriante leer en qué se han convertido Dorothy y especialmente sus amigos; es difícil establecer un ranking de cuál me ha causado más repugnancia.
La narración no tiene nada de especial, y basta para capturar la atención de lector. No nos satura de diálogo, pero tampoco profundiza demasiado pues usa el punto de vista de Amy para retratarnos los hechos y bueno, nuestra protagonista no es muy despierta que digamos. Punto negativo son los clichés, sobre todo los relacionados a personajes juveniles.
Me hubiese gustado, eso sí, que se siguiera la corriente de los libros o de la película, y no mezclar ambos, por ejemplo, en lo que respecta a los zapatos de Dorothy. Por el peso que tienen Ozma, Mombi y otros personajes, al parecer los libros son la infuencia mayor, y por lo mismo me descolocó leer que los zapatos eran rojos y no plateados. Un detalle, pueden pensar ustedes, pero un detalle importantísimo ya que son uno de los objetos mágicos más relevantes dentro de este mundo.
¿Qué espero de la continuación? Que vayamos directo a la acción porque esta novela abundó en entrenamientos y estrategias, y oigan, yo estoy lista para que rueden algunas cabezas. Necesito más sangre. La de Dorothy en primer lugar.
Gracias a Penguin Random House por el ejemplar para esta reseña.