Autoconclusivo
Alfaguara ∙ 2016
400 páginas
ISBN 9789569583537
Vee es una chica que no destaca demasiado, así que cuando es elegida para concursar en NERVE, un juego anónimo de retos que se retransmite online, decide probar suerte. Pronto descubre que el juego sabe cosas de ella: la tienta con los premios que más desea y la empareja con Ian, su chico ideal.
Al principio todo es genial: los fans de Vee y de Ian los animan mientras ellos superan retos cada vez más arriesgados. Pero el juego da un giro inesperado cuando los mandan a una localización secreta con cinco jugadores más. De repente descubren que están jugando a todo o nada y apostando sus propias vidas a cada momento.
¿Hasta dónde será Vee capaz de llegar?
Comentario personal
Hace un par de semanas vi el tráiler de Nerve, una adaptación que será estrenada próximamente, con Emma Roberts y Dave Franco como protagonistas. No soy fan de la Roberts, pero la historia de Nerve parecía interesante: una serie de retos impuestos por una entidad virtual absolutamente anónima que se van volviendo más y más peligrosos y extremos.Mi problema es que me entusiasmé demasiado y dicho tráiler me hizo imaginar una historia absolutamente diferente de la que Jeanne Ryan nos propone en su novela.
El punto de partida para Nerve es polémico, por decirlo de cierta manera. Vee, la protagonista, es una persona a la que le importan muchísimo las apariencias y por ello me costó empatizar con ella. Sus motivos para participar en Nerve son demasiado infantiles, demasiado superficiales, y no pude tomarla en serio, menos cuando los retos se vuelven peligrosos y una persona en sus cabales hubiera considerado abandonar. Lo peor de todo es que hay un misterio relacionado con ella que pretendía salvar al personaje, pero no; queda en nada.
La contraparte de Vee, Ian —un jugador que será emparejado con ella durante los primeros retos— es el típico chico ideal que tampoco calza en el perfil de jugador. Por ende, Nerve casi en su totalidad es inverosímil, y esto se debe única y exclusivamente a sus protagonistas. Durante páginas y páginas una alarma chirriaba en mi cerebro, un aviso por cada incoherencia que la autora no supo pulir.
Si quitamos a Vee y a Ian, el libro funciona. Se lee rápido, es adictivo, y los secundarios, sobre todo los que aparecen al final, están lo bastante “tocados” como para pensar que son capaces de cualquier cosa con tal que conseguir los premios. Sin Ian y Vee, el reto final hubiera funcionado bastante bien, pero con estos muchachos mirándose como borregos… nope. Tal vez por eso el desenlace también me molesta: simplemente no es el cierre adecuado, teniendo en cuenta la personalidad buenorra e inocente de ambos protagonistas. No veo a gente “buena” participando en un juego tan retorcido… a menos que tuvieran los motivos idóneos, y eso, por supuesto, no ocurre en este caso.
Quizá un giro en el rol de Ian o Sydney, la amiga de Vee, hubiera sido lo mejor para rescatar la historia. O que se hubiera dejado entrever algo más de esta “corporación” anónima con acceso a la vida privada de los jugadores. Quedé con ganas de saber más de Nerve, y de qué pretendía su gente con este juego de retos mortales.
Conclusión
Leer este libro comparándolo con la película es el peor error que puedes cometer. No hay parecido alguno, y los retos pierden mucho en su versión escrita. Quizá la película sea una especie de complemento y además entregue más información sobre las personas detrás del juego. Quiero creer eso.Sobre la autora
Jeanne Ryan tiene once hermanos y su familia ha vivido en medio mundo. Pasó su primera infancia en Hawái, y desde entonces siempre ha intentado volver, haciendo parada en Corea del Sur, Michigan y Alemania mientras tanto. Antes de convertirse en escritora, probó a dedicarse a muchas otras cosas, como a los juegos bélicos o a la investigación del desarrollo juvenil. Al final, decidió que son más divertidas las historias que las estadísticas. Hoy en día todavía sueña con Hawái, pero ha encontrado su hogar bajo los encapotados cielos del noroeste americano.
Gracias a Penguin Random House por el ejemplar para esta reseña.