Cuando terminé mi carrera el año pasado, sabía que muchas cosas iban a cambiar. De partida, ingenuamente creí que tendría más tiempo libre: se acabaron los trasnoches, los proyectos infinitos y las maquetas que causaban dolor de espalda. Bastaría con organizarme bien y dedicarle el tiempo correspondiente al trabajo y a mis hobbies.
Craso error.
No estaba preparada para el cansancio físico y mental que arrastraba durante años, y que acabó pasándome la cuenta a mediados de este. Llevar el blog siempre conllevó trabajo y dedicación (como para todos), pero no me percaté de cuánto hasta que el hecho de escribir una sola entrada supuso un esfuerzo tan grande que simplemente me di por rendida antes de intentarlo.
Lo más triste de todo es que hasta leer se convirtió en algo que requería mucho de mi parte. Esta es la resaca lectora más larga que he tenido en mi vida. Lo peor es que al tomar cualquier libro no podía encontrar esas ansias de escapar que tenía antes, esas ganas irresistibles de perderme un par de horas en otro mundo. Los libros se convirtieron en algo muerto para mí, y la culpa de todo la tiene la rutina. Dejé que el trabajo y los deberes llenaran mi cabeza hasta tal punto que al acostarme y al levantarme lo único en lo que pensaba era en qué había hecho, y qué tenía pendiente por hacer. Los malditos pendientes de un adulto. Que si había llenado tal ficha, si había hecho ese plano, si había enviado ese correo. Así sucesivamente.
Y ni un solo pensamiento al libro que seguía acumulando polvo en mi mesa de noche. Ni a ese blog que me había acompañado a lo largo de tantos años. Ni a esas personas que conocí gracias a la blogósfera.
A principios de noviembre viajé a Santiago, y me sacudí la inercia. Me dije que las cosas debían cambiar. No podía permitir que el trabajo me absorbiera hasta ese punto. Era inconcebible. ¿Por qué no iba a poder con ello?
Pero pasaron los días, y la energía para ponerme manos a la obra no llegó.
Una noche, me puse a darle vueltas al blog. ¿Quizá me había aburrido? Imposible. El blog es mi bitácora de lecturas, el espacio donde comento las historias que pasan por mi vida. Sin embargo, sí notaba que ya no soy la misma lectora de 5 años atrás. Leo más lento, leo menos, leo sólo en la noche (casi siempre), leo cuando tengo ánimos. Es lógico que el blog sea menos activo. Así que le di más vueltas, y pensé, ¿por qué no diversificar el blog? ¿Por qué atarme a hablar sólo de libros? Puedo utilizar mi espacio como me plazca, ¿verdad? ¿Por qué no hablar de otras cosas que me gustan?
Y por eso me tienen aquí, de vuelta en Libros y Misterios. Quizá no la misma Bárbara que desapareció a mediados de año, pero sí una Bárbara que quiere renovarse sin morir en el intento, con tal de que la adultez no la consuma hasta ahogar quién es.
¿Qué van a encontrar aquí de ahora en más? Bueno, los libros no van a desaparecer. Pero sí se van a mezclar con otras de mis pasiones. Una de ellas será el mundo del té, que he desarrollado mucho este año. Puede que de vez en cuando encuentren mi opinión sobre algún animé, manga o dorama, ya que también incursiono en el mundillo oriental cuando tengo un poco de tiempo. En ocasiones hablaré de leer sin más, sin libro de por medio.
En resumen, este espacio seguirá siendo mi espacio, sólo que un poco más caótico. Así que súbanse a este tren. No sé dónde nos llevará… solo viajemos sin más.
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Te entiendo totalmente. Uno creería que porque ya tiene el título en casa y ya no tiene que ir a la escuela tiene todo el tiempo del mundo, sin embargo, la realidad es otra. Y lo digo porque al igual que tú, a lo largo de estos últimos seis meses, me he sentido hasta el cuello de trabajo y definitivamente, esto se ha visto reflejado con la escasa actualización del blog. No obstante, como bien dices, el blog es mi espacio y tengo ganas de seguir con él, así que espero que todo salga bien y estés aquí cuando puedas estar.
ResponderEliminarDesde este lado del charco te mando un beso enorme, Barbie y espero que estés muy bien ♥
Mucho ánimo, Ale. Es verdad que la vida, a veces, no nos permite dedicarle tanto tiempo como nos gustaría a nuestros hobbies, pero hay que insistir en ello hasta conseguirlo. Pienso que no puede ser que estos espacios, que hemos mimado y cuidado, queden a la deriva por culpa de la rutina. Sería tristísimo. Espero que consigas acomodar tu nueva rutina. Estamos en el mismo tren ;)
EliminarLo mejor de un blog es cuando el autor se siente bien en escribiendo en el, si a ti te sirve hablar de más cosas, de seguro tus seguidores te leerán con las mismas ganas, entre ellos me incluyo, saludos
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, Demian. Tienes razón, los lectores estarán ahí aunque uno se desvíe un poquito de la ruta inicial ;)
EliminarGracias, de verdad.
¡Hola, hola!
ResponderEliminarLlevo desaparecido por aquí demasiado tiempo, pero que sepas que me parece una decisión perfecta. Es tu espacio, tu rincón, tu refugio y deberías traer lo que desees compartir♥ ¿Porqué quedarse atascado en una cosa cuando puedes compartir varias? Estaré esperando pacientemente ver como se desarrolla esta nueva etapa en tu blog^^
Besitos<3
¡Gracias, Snu! Espero sacarle provecho a esta nueva etapa, sobre todo para liberarme un poco del estrés del día a día. Como dices, es mi refugio, así que lo utilizaré como tal :)
EliminarMuchas gracias por seguir por aquí.
Hola Barbi!
ResponderEliminarLa adultez estresa :( Así que es entendible que pasaras por todo esto.
Y me encanta que decidas continuar con el blog y hacerlo más variado, creo que hoy en día la mayoría de los "blogs literarios" abarcan más que libros.
Me intriga lo del mundo del té así que estaré bien atenta a eso. Y espero que disfrutes de esta nueva etapa de tu blog y que las responsabilidades adultas no sigan abrumando tanto.
Que andes bien.
Sí, Anto. Estresa hasta tal punto que me siento una anciana por momentos. Pero trato de quitarle importancia a ciertas cosas, y tratar de vivir el día a día, como me recomendó una amiga.
EliminarComo comentas, la tendencia ahora es diversificar el contenido de los blogs, sobre todo para aquellos blogueros que van pasando a otras etapas de la vida. En mi caso, empecé este blog en la universidad, donde mis tiempos eran muy distintos. Espero que ahora pueda organizarme mejor y seguir considerando este espacio como algo imprescindible en mi vida.
Lo del mundo del té es una experiencia enriquecedora, así que espero entusiasmar a varios con este tema ;) Pronto les traeré información al respecto (o eso espero).
Un abrazo gigante, y muchas gracias por apoyarme todos estos años. Eres la lectora más antigua del blog, y a pesar de que nos conocemos sólo a través de la pantalla, siento que eres una antigua amiga con la que siempre es grato conversar :)
¡Estoy a bordo, Bárbara! :) No desde el mismo lugar que vos (trabajo), pero sí me identifico mucho con tus palabras sobre lo triste de dejar de lado las cosas que nos hacen quienes somos y que nos dan vida. Cuesta, pero cuando encontramos ese tiempo y esos deseos de conectarnos con esos pequeños pero grandes "hobbies", la satisfacción es inmensa.
ResponderEliminarHace tiempo comenzó a aburrirme la idea de seguir de cerca ciertos blogs con publicaciones reiteradas. En lo personal, me gusta chusmear y seguir blogs por el contenido (obviamente), pero también por la persona que lo prepara y que luego lo vuelca en los posts. Me gusta conocer a esos bloggeros como personas, no como las manos que escriben reseñas sobre libros que TODO EL MUNDO reseña, casi siempre de la misma forma. En la variedad está el gusto, ¿no? Así que espero ansiosa nuevas entradas sobre quién es Bárbara, además de una ávida lectora *me apunto a leer con detenimiento los posts sobre el mundo del té ^^* ¡¡Un abrazo grande!!